Casa de Galicia

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Monserrat es uno de los barrios con más diversidad gastronómica de Buenos Aires. Muchos restaurantes de cocina española e italiana principalmente, aunque no faltan opciones de comida árabe y asiática.

En el caso de la Casa de Galicia, hablamos de una de las más antiguas, ya que está abierta desde el año 1933, en una década donde miles de inmigrantes llegados de Galicia se instalaron en esta parte de la ciudad.
Se trata de un típico centro social, con actividades culturales, solidarios, sociales y recreativas y por supuesto con un restaurante que está abierto a todo aquel que tenga hambre y quiera saciarse con muchos platos gallegos, y también con adaptaciones porteñas.

El restaurante de la Casa de Galicia

Para los que conozcan el Centro Austuriano se van a sentir como en casa, ya que tanto el lugar, como el menú son similares. Cuenta con un amplio salón en el segundo piso. Las mesas bien separadas, permiten hablar sin gritar. Justo al lado cuenta con otro gran espacio, donde se suelen realizar actividades culturales y eventos especiales.

Platos de la Casa de Galicia

Casa de Galicia ofrece una cocina casera que refleja la tradicional comida gallega y española, especializada en pescados, mariscos y arroces. Esos son los fuertes de su menú, relegando un poco en calidad a las pastas y las carnes.

Uno de los más populares es latabla de mariscos, que es muy abundante y permite que coman varias personas. Viene con  cornalitos fritos, rabas, mejillones y langostinos. Todo muy fresco, todo bien preparado. Otros platos populares son  las vieyras a la parmesano, gambas, rabas y el salmón.
Como entrada, un imperdible es la tortilla de papas, que se puede pedir completa o por la mitad. Se puede seguir con alguna paella, un salmon rosado, una trucha o un abadejo a la plancha. Por fuera de lo que son pescados y mariscos, hemos probado la milanesa a napolitana y un plato bien gallego, como el el raxo.
Para los postres, no vamos a encontrar nada sofisticado, pero si muchos clásicos que no fallan, como su flan casero, la natilla o el budin de pan.

La experiencia

Un club/restaurante de los clásicos en el barrio de Monserrat. Amplio salón, que hace que sea un lugar tranquilo para estar. La carta de comidas y bebidas es muy variada, las porciones muy abundantes, con su punto fuerte en pescados, mariscos y arroces.


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