Esta pulpería ubicada en la casa la más antigua del barrio de San Telmo intenta mantener la tradición de la gastronomía criolla, aunque su propietario actual es Francés.
Igualmente esta pequeña contradicción geográfica no resulta uin problema y la comida que sirven aquí esta muy bien y además se pueden encontrar bastantes platos que no son fácil de encontrar en Buenos Aires.
La casa es muy grande y un poco caótica, con varios salones, algunos ideales para el invierno y otros para el verano.
Es una estructura antigua, del estilo ramos generales. Conservan muchas cosas de epoca y hay mucho en exhibición. Cerraron hace poco el patio, lo que amplió el espacio con techo para sentarse.
En la parte más grande y calefaccionada, todavía se puede ver el aljibe utilizado para obtener agua.
También se pueden ver varias ollas, bien de campo y hasta un piano. En otras salas más chicas se hacen algunos conciertos o presentaciones culturales.
Una mención especial para el horno de barro, en donde se suelen haces empanadas o pizzas y es uno de los más grande que hemos visto.